Querido maestro:
Somos muchos los geanos que recordamos nuestra estancia en la escuela como una de las mejores etapas de nuestra vida, en gran medida gracias a usted y sus compañeros docentes. Encauzar la curiosidad e incentivar el afán por aprender, ofrecernos unas referencias intelectuales y éticas, apreciar el valor del esfuerzo, y todo ello en un clima de camaradería y alegría, son tareas que no tienen precio. Aquellos años fueron decisivos para darnos la opción de ser personas libres y capaces, trazar nuestra trayectoria vital, por todo lo cual estamos muy en deuda con ustedes y aquella escuela en que crecimos en estatura y conocimientos.
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